Haciendo Campo
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Un día, una mujer camboyana, Sokia, llegó al centro de salud. Sus análisis de sangre mostraron que Sokia sufría de diabetes y niveles elevados de lípidos (colesterol). Sokia necesitaba un cambio radical en su dieta y su estilo de vida.
Arely Pérez es la Educadora de Pacientes del centro. Los dones que Arely aporta a su trabajo incluyen la dedicación, un sentido del humor, su disposición y un dominio del inglés y el español. Sin embargo, desafortunadamente, Arely no es capaz de hablar ni una palabra en camboyano.
Arely luchó por comunicarse con Sokia. Intentó hacer dibujos, pero sus rodajas de pan parecían galletas para perros. Intentó hacer pantomimas, pero cuando intentó pensar en una pantomima para explicar cómo "contar carbohidratos," se quedó pegada, no supo qué hacer ni cómo continuar.
Por último, Arely decidió intentar hablar lentamente en inglés. Arely le dió a Sokia folletos y le explicó cuidadosamente cómo planificar sus comidas. Sokia le hizo algunas preguntas y comentarios en camboyano. Las dos mujeres asentían con la cabeza al escuchar a la otra, pero Arely sabía que no le había entendido nada a Sokia y temía que Sokia tampoco le estuviera entendiendo.
¿O quizá no? Mientras Sokia charlaba en camboyano, Arely tuvo la sensación efímera de que ella realmente le entendía algo de lo que Sokia acababa de decir. Arely adivinó que Sokia hablaba de arroz. Pero ¿sería posible?
"¿Arroz?" Arely probó la palabra. Sokia no mostraba en su mirada, comprensión, pero empezó a hablar, de nuevo, en camboyano. Arely, escuchando con más cuidado ahora, se dio cuenta de que en medio del camboyano de Sokia se escuchaba la palabra en español: “arroz”.
Arely primero pensó que estaba alucinando. ¿Cómo podría estar escuchando español en boca de una mujer que apenas hablaba una que otra palabra de inglés? Sin embargo, en medio de su desesperación, Arely intentó decir su siguiente frase en español.
El rostro de Sokia se iluminó como una mañana de primavera. "Sí," dijo Sokia "¡Exactamente!"
Con evidente alivio, las mujeres descubrieron que podían comunicarse bastante bien en español.
La siguiente pregunta de Arely fue ¿dónde había aprendido a hablar español Sokia? ¿En Camboya?
"No", explicó Sokia. "Todos mis compañeros de trabajo hablan español". Una inmigrante camboyana en Goshen aprendió español porque la mayoría de la gente en su lugar de trabajo eran inmigrantes hispanohablantes.